domingo, 13 de junio de 2010

* Amanecer tardio

Este amanecer tardío de tiempo detenido,
de lluvia silenciosa e intermitente,
me repite con su murmullo inclemente,
que no tu estas para mitigar mi frio.

Esta soledad de vacio constante,
me arropa con sus brazos de llovizna,
helando hasta el fondo de mis huesos.
Otro día más de tu calor distante.

El musgo crece en las paredes,
la humedad oxida las bisagras.
Las arañas tejen intrincadas redes,
en los rincones apartados de mi alma.

Mientras, yo me desgrano en versos grises,
llenos de la ausencia de tu cuerpo,
perdidos en espacio que no ves,
Y en el tiempo detenido sin tu beso.

Este amanecer que se hace mediodía,
no me habla de futuros ni presentes.
Solamente me repite de tu ausencia
y el ardor de mi deseo que no sientes.

* Canela y miel...

Tu sonrisa se coló por una grieta en mi armadura.
Cada movimiento, cada roce suntuoso,
como elixir penetrante.
Aroma a canela, ojos de miel,
voz de terciopelo…
Coctel de deseos que aturdió mis sentidos
y burló mis defensas

Y cuando la alarma sonó,
Ya estabas dentro…

¿Que hago ahora contigo?
¿Con el latido en el vientre,
con el beso que te espera?
¿Que hago con estos versos
que desbordan mis paginas,
corren por mis venas
y afloran en mi piel?

Tu ímpetu viril se apodero de mis adentros,
me hizo tuya antes que acaso lo notara.
… Y tu lo sabías!
Te mirabas en mis ojos.
… Y sonreías!

* Música en mi Piel

Lentamente mis dedos se deslizan,
por el largo camino de tu espalda.
Mojado de sudor sobre mi cuerpo,
me tomas en un rítmico vaivén.
 
Tus dedos hacen música en mi piel.
Y en silencioso concierto de deseos,
a su toque, mis poros se levantan,
como buscando besar los tuyos.

Y en hipnótica armonía nos fundimos,
en un abrazo de piernas temblorosas
y orgasmo simultaneo…